A falta de dos meses para pelear por un tercer mandato como presidente de Bolivia, Evo Morales mantiene su negativa a debatir en público con sus oponentes, lo que analistas consultados por Efe achacan a un "endiosamiento" o, paradójicamente, a una inseguridad arrastrada desde que llegó al poder.
Morales, para quien las elecciones del próximo 12 de octubre son las terceras como candidato, nunca ha mantenido un enfrentamiento dialéctico con otros aspirantes a la Presidencia ni con los líderes de la oposición, y no parece que vaya a cambiar de opinión.