El despliegue de la Guardia Nacional no redujo la tensión en Ferguson, que esta madrugada vivió una de las jornadas de disturbios más duras desde el comienzo de las protestas por la muerte de un joven afroamericano desarmado a manos de un policía, que acabó con dos heridos de bala y 78 detenidos.
Centenares de personas volvieron a ocupar la Avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de las protestas, en una concentración que comenzó pacífica y terminó con enfrentamientos entre manifestantes y policía y el uso de gases lacrimógenos.